Santiago de Chile. Chile le abrió formalmente la puerta a la ayuda mundial al solicitar a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) asistencia concreta para socorrer a las víctimas del terremoto que asoló el país el sábado pasado y que ha causado 723 muertes, algo a lo que ya se había mostrado dispuesta la comunidad internacional.
El embajador chileno ante la ONU en Ginebra, Carlos Portales, pidió a representantes de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA) que envíen equipos para hacer una evaluación de daños, dijo a EFE la portavoz de la agencia, Elizabeth Byrs.
“Los equipos de evaluación de daños estaban listos y a la espera; ahora sólo falta que nos den la luz verde, y mandaremos expertos que ya se encuentran en la región”, explicó la funcionaria.
Diversos artículos
El diplomático explicó que necesitan puentes móviles, teléfonos satélites, generadores eléctricos, tiendas de campaña, hospitales, equipos quirúrgicos y centros de diálisis para hacer frente al sismo de 8.8 grados Richter que sacudió el centro y sur de su nación.
Desde distintas latitudes del mundo, los gobiernos siguieron ayer prometiendo asistencia y movilizando recursos para Chile, donde el temblor dejó unos dos millones de damnificados, un millón de viviendas destruidas o afectadas y daños aún no cuantificados.
Así, Argentina anunció el envío urgente de 3 hospitales de campaña y medio centenar de médicos, además de la instalación de 4 plantas generadoras de energía y otras tantas potabilizadoras de agua en las áreas afectadas por el movimiento telúrico.
Incrementa vigilancia
También Bolivia informó que en los próximos días enviará 60 toneladas de alimentos, agua y medicinas para asistir a los damnificados.
Mientras los ofrecimientos de apoyo seguían fluyendo, el Gobierno ordenó aumentar de 4 mil a 6,500 el número de militares en las regiones sureñas del Maule y Bío Bío y ampliar hasta 16 horas el toque de queda para anoche en la provincia de Concepción, debido al aumento de robos (lea: Vecinos se atrincheran).
A los actos de pillaje que comenzaron el domingo, ayer se sumó el saqueo y posterior incendio, al parecer intencional, de unos grandes almacenes y de un supermercado en el centro de esta ciudad, lo que ocasionó el derrumbe de ambas edificaciones.